Crudo… La película que esta más bien “poco hecha”.

 

Ayer en la #muestraSyfy pudimos ver el estreno de la película RAW (crudo en español), no sin antes escuchar un discurso profeminista, que elevaba aún más las expectativas a una película que ya de por sí las tenía altas. Ahora además, crudo, prometía tener toques reivindicativos y feministas; así pues nos dispusimos a ver una película que prometía tratar un controvertido tema como el que supone ser canibal en una sociedad actual sumada a la “leyenda negra” que envuelve a este film sobre lo gore y las escenas fuertes que han sido capaz de provocar varios desmayos. Y después de todo lo que se podía esperar con estas atribuciones: fue una tremenda decepción. Supongo que el trabajo de los agentes de marketing ha sido ese llamar la atención para que, siendo un ciclo de cine, la cola de espera diese varias vueltas al cine pero… ¿a costa de qué?

-En primer lugar:

la película no es tan gore cómo prometen. Si eres amante del género, “crudo” te va a saber a poco, muy poco. Las escenas están veladas, juegan con cambios de plano, música de tensión que no culmina en nada e intentos burdos por pretender forzar el “asco” que acabaron con risa (algunas nerviosas) del público que estaba en la sala. Al final apenas hay imágenes “gráficas” o desagradables de “casqueria” que pongan nervioso a alguien habituado a este tipo de género.

-En segundo lugar:

por más vueltas que le de a la película soy incapaz de leer ese mensaje “feminista” que nos prometieron. Lo único a señalar, si al caso, es que en una escena la protagonista y su hermana intentan mear de pie o que las víctimas de la protagonista son siempre hombres, pero más allá de eso el mensaje es inexistente por no decir otra cosa.
Y con otra cosa me refiero a “todo lo contrario” pues la película, desde mi punto de vista, trata más sobre como las mujeres somos capaces, entre nosotras, de jodernos la vida sin piedad y sin necesidad de que ningún hombre se meta en la trama ya que, salvo por el amigo gay de la protagonista al que, como dicen en la misma película en un intento de broma, no consideran hombre por ser gay, no hay ningún hombre que tenga peso en la trama principal.
La protagonista es una “niña perfecta” una “niña de papá”, tal vez no todo lo madura que se espera para su edad, que llega a la universidad para seguir con la tradición familiar. Desde el principio se ve que la madre es la que corta el bacalao en la familia y que ella ordena y manda sobre todo.
Nada más llegar Justine (la protagonista) sufre su primera novatada (un verdadero tema y drama social a destacar de la película) donde podemos ver a su hermana mayor, ahora veterana dentro de la universidad, y apreciar la influencia que tiene sobre Justine, la cual se ve presionada y decide seguir las órdenes de su hermana aunque implique comer carne animal aun siendo vegetariana.
Y a partir de ahí es donde todo “se jode” Justine entra en una espiral de estrés debido al primer año de universidad, a las novatadas constantes, y a la curiosidad que le ha despertado la ingesta de carne.
Aquí donde podrían haber sacado muchas lecturas y un debate interior de la protagonista sobre su recién renunciado vegetarianismo, deciden optar por tratar lo que la está ocurriendo (de forma velada) como un trastorno alimenticio y esto es un gran error desde mi punto de vista ya que no hay drama personal. Justine evoluciona hacia algo que no conoce, sin plantearse dudas, simplemente empieza a comer carne.
Y si así es como renuncia a una vida vegetariana, de la misma manera renuncia a la carne animal y abraza la opción del canibalismo, sin tener una mínima duda, un momento de debate interior sobre el bien y el mal: su hermana se corta un dedo y ella aprovecha para comérselo, así de fácil.
Por si no fuese poco, tan solo unas horas después, su propia hermana reconoce ser canibal también, y le enseña a “cazar” para alimentarse. En este momento esperas que la protagonista se tome un tiempo para asimilar que, su propia hermana, sufre el mismo estado que ella o que haya un shock traumático por la situación pero no, la protagonista apenas tiene un par de segundos de reflexión y pasan a la siguiente escena dando a entender que todo va según lo previsto.
En este punto, la película, empezó a tornarse en un sinsentido, y lo mejor de todo, todos estos actos parecen pasar desapercibidos, nada parece tener repercusión. Todas las acciones, decisiones y giros que va tomando la película no tienen ninguna repercusión.
Aquí es cuando la película se pone realmente rocambolesca: las hermanas entran en una dinámica de “tu me la has jugado ahora te la juego yo” hasta que el juego se pone peligroso y alguien sufre las consecuencias, el compañero de piso de Justine que amanece muerto y con un trozo de pierna menos.
Lo mejor está por llegar. En los 5 últimos minutos de película el padre confiesa ser un monigote y ser el saco de carne de la madre, donde lejos de aferrarse al tinte psicológico de la explosión carnívora de la protagonista, te desmontan el poco sentido que tiene la pelicula alegando que el canibalismo es algo que corre en las venas de las mujeres de la familia, algo genético que ocurrirá sí o sí.
En definitiva, Crudo es una decepción tras otra: donde nos prometían que hablarían sobre los deseos de la carne, sobre los oscuros apetitos del ser humano, sobre el dilema social que supone el canibalismo, sobre las adicciones, sobre el feminismo pero donde, al final, se ha quedado a medio camino en todos los temas que se han “atrevido” a tocar.
Crudo habla de la familia, de las relaciones tóxicas,  de idolatrar a una persona; de querer complacer a tu entorno para encajar, y de como pueden afectar las novatadas a una persona débil, y todo lo demás no es más que publicidad.

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